jueves, 9 de abril de 2015

Lo que dure la lluvia

Pasada la media noche, con los párpados pesados de su cansancio físico, observaba la lluvia que caía con fuerza, era inconstante como ella, era fría y mucha gente la evitaba…

No pensaba más que en su similitud con la lluvia y su utópico deseo de fundirse con ésta para saber que se sentía ser uno de los elementos magnificentes de este mundo, se perdía con cada gota sobre los charquitos que se formaban en el lodo de su des pavimentada calle, deseando que lloviera por siempre.


Vinctus Humanitas.

El alma perdida y el humo del habano


El alma perdida y el humo del habano


Como era costumbre, ella se sentaba frente a su fría ventana con vista a la algarabía de aquella ciudad, acompañada del humo azul de un fuerte habano y su rebosante copa de vino…
Su mirada se perdía en las luces fugaces de los incontables vehículos, los transeúntes en las aceras y una que otra alma perdida…
En aquel transe ella aprovechaba y debatía su existencia con su razonamiento, pues le era fácil dejar a un lado todo aquello que le abrumaba su patética vida, pero regresaba a su realidad tan pronto caía la última ceniza del acostumbrado habano.
Ese transcurso le llevaba más o menos una hora, pero era una hora obligada para poder despreciar la realidad o más bien su construcción de realidad, pues siempre sintió que sobresalía del montón asfixiante de individuos que componen un sistema, sin embargo para ese montón ella no era más que un ser extraño, incomprensible y apático…
Así era su vida entre ires y venires, entre amores y desamores, entre la gente y su soledad…
Con los que en sus cuatro paredes se plasmaban como testigos incógnitos y que solo seres sin alma como la de ella comprenderían.
Al cabo de sus precipitados y torpes pasos entre aquella ventana de rústica madera y su sencilla cama, siempre había un desesperado pensamiento de abandonar el camino, no había que olvidar que era una mujer y que a pesar de ser extrañamente perfecta seguía siendo víctima de múltiples emociones de las que no quería ser responsable.
Imaginaba que si les costaba trabajo llevar el peso de su coraza, no asimilaría la compañía de un ser vivo que solo maúlla y se encuentra entre esta vida y otro cosmos quizá…
Por lo tanto y sin menos que decir… después de varios habanos y tantas copas sobrias, comprendió que sus paredes, su cama y su rústica ventana con vista a la algarabía de la ciudad, llevaban su vacío inexistente de su vida recurrente al clímax de su aparente patética existencia.
-¿Pero acaso no era tranquila?...
-¡No!, las almas perdidas siempre cuestionan lo minucioso de esta arrolladora, fatalista e intrigante vida.

Vinctus Humanitas



lunes, 11 de agosto de 2014

Lo que la vida quería mostrarle…

Quizá era eso lo que la vida quería mostrarle…
Que más allá de intentar llenar el vacío de su vida con la muchedumbre, necesitaba aprender a escucharse, pues la soledad tenía además de una aparente frialdad, las respuestas que ella tanto anhelaba, pero como el miedo a estar sola en la oscuridad era más grande ella simplemente huía…
Se dio cuenta que había una gran variedad de personas y entre ellas resaltó un grupo a las que denominó de la siguiente manera: las de papel, las de cartón, las de yeso… y las que son de una mezcla que para ella parecía extraña.
Cuando aún no era consciente que debía estar sola para comprender que había dentro de ella, divagó por el mundo encontrando una gran cantidad de personas del primer material nombrado, estas personas eran pasajeras, eran volátiles y además eran inconstantes. La única información que poseían era la que se encontraba en sus pieles de papel, el problema con las personas de papel es que casi siempre la información que guardan está escrita con tinta roja, por lo tanto si llenas todo el papel no podrás meter o sacar más información de ellas…
Por suerte para ella, nunca regaló mucha información a estas personas de papel, porque sabía que probablemente no las volvería a ver…
Las siguientes personas eran las que ella más frecuentaba, las personas de cartón, éstas personas a ella le gustaban porque eran un poco más sólidas en sus discursos, más firmes y un poco más cálidas a la hora de escuchar, casi todas las cualidades del cartón… acobijan, no por mucho pero lo hacen. Para ella estas personas eran perfectas para dar consejos inmediatos, para salir de aprietos inmediatos y para quizá una taza o dos de té y adiós…
Con el tiempo las personas de cartón dejaron de ser frecuentes, como si las fábricas prefirieran otro material debido a que ella se dio cuenta que no eran lo suficientemente sólidas para estar a su alrededor, así que en ese justo y preciso chasquido de sus zapatos al andar entre los parques y calles, paulatinamente encontró a las personas de yeso. Las personas de yeso eran fascinantes para ella, eran tan sólidas como ella necesitaba que lo fueran, eran tan blancas como un lienzo a su disposición para ser dibujado con muchos colores, éstas personas siempre se llevaban lo mejor y lo peor de ella, eran como si fueran esponjas y ella amaba esa cualidad de estas personas porque simplemente estaban ahí para escucharle, sin embargo como en cualquier producto siempre habrá un margen de inconformidad, ella descubrió que a pesar de que podía avivar la apariencia de estas personas con miles destellos, ellas por dentro seguirían siendo blancas, frías y eran duras pero se quebrantarían con el tiempo…
Así anduvo un largo tiempo, pintando aquí, allá… quebrando personas, reparando otras tantas. Su vida se estaba convirtiendo en la mezcla de todos estos materiales sin encontrar respuesta alguna a su vacío, era tan monótona tan gris como la ciudad, ya había perdido interés en contar y pintar una vida como lo hacía con las personas de yeso, o en salir de un inmediato aprieto con los consejos de alguna persona de cartón, o quemar a las volátiles personas de papel. Ya no le interesaban más porque sentía que dejaban de sorprenderla y que estas solo estaban a su entera disposición sin oportunidad a reclamar.
Una gris tarde mientras llovía, por primera vez vio que las personas de papel, cartón y yeso no huían, se quedaron unas inmóviles, otras simplemente caminaban, y así cada una de estas personas se derretía, el papel era el más fácil en dañarse con las grandes gotas, así que había un enorme río de tinta roja por la ciudad, las personas de cartón solo se sumergían y se iban fragmentando poco a poco y a las de yeso, esas eran las más tristes, unas corrían y tropezaban, caían y se rompían, otras se les caían todos los destellos que ella había dibujado y se iban derritiendo.
Ella no entendía porque actuaban de esta manera, pero entre lágrimas y desidia dio una respuesta, quizá la vida se había dado cuenta que ella estaba aburrida de frecuentar los mismos prototipos de personas y ahora simplemente destruiría todas esas personas porque a ella ya no la sorprendían.
Llovió toda la noche y ella solo veía por la ventana las grandes gotas, así se fue a la cama sin cuestionar más y sin quejarse de la soledad y la oscuridad por primera vez en su corta vida, aceptó y cerró sus ojos hasta su amanecer.
Esa madrugada en su intento por no abrir los ojos para dejar de temerle a la oscuridad, se sumergió en un mundo alterno de sueños y pesadillas, algunos eran felices y otros no tanto, pero hubo uno que fue el que la despertó.
En su sueño ella veía venir a una persona que no era ni de papel, ni cartón y mucho menos yeso, no, esta persona parecía ser del mismo material de ella y ella no sabía de qué material estaba hecha solo sabía que era distinta al resto de personas…
En el sueño esta persona de esa extraña mezcla se acercaba a ella la miraba a los ojos, sonreía y seguía caminando. Ella se desesperó y lo siguió tratando de detenerlo y saber quién era, logró su objetivo. Él se volteó y sonriendo le respondió, “Sentimientos” eso eres tú.
En la mañana cuando despertó, se propuso encontrar esta clase de personas que parecían casi extintas, personas igual que ella, con miedos, sueños, esperanzas, sentimientos y sobre todo pasiones!
En el matutino recorrido que hacía a la ciudad, mientras pateaba una vieja lata, en uno de sus torpes lanzamientos y sin mirar hacia al frente, algo o alguien devolvió con la misma fuerza la lata que ella lanzaba sin destino alguno. Sorprendida inmediatamente levantó la cabeza y para su sorpresa era aquel que en su sueño se presentó, él solo sonrió la tomó de la mano y caminaron durante toda la tarde hacia los cerros de la ciudad donde todo se percibía mejor…
Fue entonces cuando ella comprendió que hay personas que aparecen en el va y ven de la vida para ayudarle a aclarar algunas ideas, para opinar sin pedir opinión, para apoyar sin ser llamado, para escuchar sin necesidad de pedir ser escuchado estas personas eran completamente distintas a todas las que ella conoció…
Entendió que la vida trataba de decirle que todo estaba a su disposición, pero que no siempre iba a ser así que todas las personas que ella conoció eran el reflejo de lo que ella había creado en ellas y que si se sentía aburrida no era del mundo si no de ella, que su eterno miedo a la soledad lo producía su inseguridad. Finalmente se hizo amiga de la soledad y ya no estaba sola, no! Ahora se tenía a ella y a estos seres de una mezcla extraña, sí! Igual a la de ella.

Vinctus Humanitas.





La mujer de cristal

Le pregunta un chiquillo a su madre...
-Mamá... Quién es ella?
-Te contaré una triste historia pequeño...
Ella pensó que quizá debía hacer una novela, pues en su vida no habían más que decepciones amorosas... Salía de unas eternas y en seguida como si la vida misma se lo propusiera le aventaba otra...
Así, poco a poco el calor de su corazón y de su cuerpo se fue convirtiendo por partes en trozos de cristal, ella que ves ahí inmóvil y sin expresión alguna es el rastro de una mujer que amó sin ser amada...
-Así que jamás... jamás... Ilusiones a una mujer si por ella no sientes lo mismo, pues sus sentimientos no correspondidos pueden convertir a la más feliz mujer en un trozo de cristal pulido...

Vinctus Humanitas

lunes, 19 de agosto de 2013



¿Por qué en Colombia los géneros cinematográficos están estancados?

Para dar inicio a esta incursión del por qué Colombia se ha “estancado” en las mismas historias con diferente trama y repetitivos finales, hay que entender que la historia del cine Colombiano es más fácil leerla que verla porque nos han predispuesto a ver lo mismo de siempre.

El autor Oswaldo Osorio en su artículo “La saga atrasada de un cine que camina lento” (sección historiografía del cine Colombiano) retrata que este hecho que es controversial para muchos, parte desde las primeras décadas cuando había muchos autores que escribían acerca del cine a modo de literatura utilizando el medio como excusa para su prosa poética.

Sin embargo en la década de los cincuenta entran a jugar un papel importante escritores críticos del cine realizando un ajuste en lo que se definiría como lenguaje del cine, Hernando Salcedo Silva, Hernando Valencia Goelkel y Gabriel García Márquez.
Una de las hipótesis del porque Colombia se encuentra encasillado, se debe a que la comedia y la violencia son canon principal de muchos escritores y guionistas para mostrar o hablar de la cultura en Colombia, reduciendo el interés del mismo espectador Colombiano y de igual forma generando morbo en el extranjero. Esta gran variedad de cintas son ejemplo de los principales “géneros cinematográficos” en Colombia como: María, llena eres de gracia (2004), El Rey (2004), El Colombian Dream (2006), Perro como perro (2008), Los actores del conflicto (2008), El arriero (2009), La pasión de Gabriel (2009), Sin tetas no hay paraíso (2010), Los colores de la montaña (2011), y muchas más. Como también es extensa la lista de películas cómicas: Te busco (2002), El carro (2002), Mi abuelo, mi papá y yo (2005), Ni te cases, ni te embarques (2008), In fraganti (2009), El paseo (2010), Mamá, tomate la sopa (2011), que han sido las producciones más taquilleras entre comillas.

El teórico Jesus Martín Barbero dijo que aprendimos a distinguir nuestra cultura desde una retórica de la violencia y hemos aprendido sobre nuestra grande nación a partir de dos grandes libros “La vorágine” y “Cien años de soledad” eso explica de una manera sencilla porque en la televisión y en el cine utilizan el mismo relato costumbrista, dando paso a entender porque géneros que son tan complejos e inexplorados como el terror y la ficción no se tengan en cuenta.

Aun así también vemos la entereza de Colombia por innovar, en el año 2011 llegaron producciones con la intención de cambiar el mismo relato y comenzaron hablar de conflictos menos narco y si más universales, abriendo paso a cortometrajes y documentales como: Sofía y el terco, Sin palabras o Gordo, calvo y bajito, El páramo, La cara oculta y El resquicio (todas 2012) con esto se percibe ese intento por profundizar en la narrativa y el suspenso que anteriormente se dijo que no se tiene en cuenta.

En conclusión y para dar respuesta a la pregunta, se puede decir que en Colombia no existen géneros cinematográficos “originales”, pues son muy pocas las producciones que tienen un formato que no es comprado y por esta razón se ven estancadas las productoras y los canales. Por otro lado en Colombia falta más motivación por generar y promover nuevos estilos e historias, pero también se requiere de una mejor educación audiovisual para el televidente Colombiano que está acostumbrado a las mismas historias que ve en la calle limitándose a conocer más allá del relato populista con fines trágicos que es la razón del porque no salimos del circulo vicioso de narcoproducciones y comedias rosqueras donde si usted como productor tiene dinero produce lo que quiera.

Vinctus Humanitas.

sábado, 25 de mayo de 2013


Mal aventurada  alma, al verse envuelta en tan infame amor,
Obsesivo y desprendido de sí mismo, un amor psicópata donde solo
Primó la pasión, inevitablemente cautivador con su silencio,
Aparentemente ausente de los fatídicos y crueles besos lamentados,
Insensible amor que nunca trascendió las rejas de un jardín,
Tan verde en primavera y ahora tan gris en invierno,
Mal aventurada su alma con tan clandestino psicópata amor,
Que ahora solo regocija odio en vez de pasión.


Vinctus  Humanitas.

lunes, 20 de mayo de 2013

Pacha


El alma se adentró en aquella selva, donde surgieron todos los sentimientos, y así la tierra y creadora de todo lo natural  percibió el dolor de su hija al guardar tanto resentimiento.
El alma solo quería dejar allí todo aquello que le pausaba su andar, concentrando su vitalidad en rocas del camino que fue arrojando al rio caudaloso, imponente pero vivo.
Ella pidió con mucho fervor a la Pacha que  regresara a ser transparente y pura y ya no fuera triste y vacía. Pacha con el hablar del viento le comunicó al alma que  no era oscura ni vacía, que solo quienes tenían deteriorada su alma tenían la fortuna de volver a nacer, y le explicó que algunas almas nacen puras pero, que nunca se deterioran, y que las almas deterioradas son aquellas que siempre aprenden y tienen algo que contar siempre…
El alma volvió al cuerpo como el vuelo de la mariposa que se posó sobre su dedo, y el viento volvió cantar mientras las ninfas y los guardianes de Pacha celebraban el renacimiento de la hija de Pacha, ¡Su alma!.

Vinctus Humanitas